El pasado veintisiete de febrero se organizó en la Fundación Pons de Madrid un curso de Musicosophia. Fue una presentación, un primer encuentro para la mayoría de los participantes. La Fundación Pons está en la calle Serrano, al lado de la Fundación Tomillo, en la que durante muchos años se han celebrado cursos de Musicosophia. Cuando supe el lugar en el que tendría lugar la presentación, pensé: Qué casualidad, justo al lado de Tomillo.
Todo surgió de una forma muy natural, durante una reunión del grupo creado por Pablo d’Ors “Los amigos del desierto”, que se celebró en casa de mis padres y a la que acudí como invitado. En esa reunión conocí a Alejandra Vallejo-Nágera, que me propuso participar en su programa de radio y hablar de Musicosophia. Así fue como unos días después visité los estudios de RNE.
La cosa no se detuvo ahí, porque esta amiga a la que la idea le interesó mucho, se apuntó al siguiente curso de Musicosophia que se organizó en Madrid y salió enamorada de la idea. Quería que más gente, amantes de la música, amigos y conocidos suyos, conocieran esta joya que tanto le había gustado y me propuso la posibilidad de organizar una presentación.
Tres días después ya teníamos la sala, un lugar recogido y agradable en lo alto de la Fundación Pons.
La música fue la «Pavane Op.50 de Fauré». Algunos de los participantes tenían un gran conocimiento musical, y desde la primera escucha, en vez de imaginar paisajes, ya hablaban de estructuras y temas. Pero eso dio al trabajo una intensidad positiva.
Después de tres horas de análisis ya estábamos todos hablando de partes, estructura, tarareando melodías y acompañándolas con el gesto. Conté con la ayuda de Pilar, Rosa y Lola, que me acompañaron durante el curso y colaboraron en todo el proceso de organización.
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